Mademoiselle Leonora

No todos podemos ser unos medievalistas, marxistas, hipocritas y antisociales entregados al libertinaje.

lunes, 18 de abril de 2011

Soñando despierto

Al llegar a tu puerta pude notar que temblabas y yo no pude esconder que me excitaba,
sonreíste y con esa cálida mirada desnudaste mi alma sacando en ese momento lo mejor de mí…
Al rozar tu piel la química entro en el juego y una erección delato mis intensiones,
los instintos de animal me salieron y arranque la ropa de tu piel con ferocidad.
Los cielos tenían poco placeres como los encontrados en aquella madrugada del domingo en la que no quedaron rincones sin explotar la sexualidad de nuestro cuerpos.
Tus nalgas sudaban el néctar de tu cuerpo el cual me hacia volar en la profundidad de tu vagina
mi lengua acariciaba las paredes de tus más íntimos rincones…
Luego de explotar los dos de deseos y saciar la sed de nuestras almas,
me di cuenta que aun no me atrevía agarrar tu mano en el pie de la escalera de tu puerta.

Lord Suir.-