Mademoiselle Leonora

No todos podemos ser unos medievalistas, marxistas, hipocritas y antisociales entregados al libertinaje.

viernes, 15 de enero de 2010

La noche llega…


La noche llega, y junto a ella una gran tormenta que va destrozando mi corazón; cada vez que me doy cuenta de este silencio tan escalofriante que me arrastra a un inmenso agujero donde siento la fría soledad, las lagrimas salen como si fueran a dar un paseo sobres mis mejillas, y terminan secándose sobre mis labios.
Todos duermen, y sin embargo yo, estoy aquí, sentada, plasmando en el papel el miedo que tengo a que amanezca… por que al amanecer, ya todo se abra olvidado y cada sentimiento que me arranca la piel, solo será un frió y triste recuerdo…
Las lagrimas pronto correrán la tinta sobre el papel, y ya nada se entenderá, nadie nunca sabrá que un sentimiento ahogo en llantos a esta mujer…
Al amanecer me maquillare de fortaleza y sabré aguantar la tristeza hasta que anochezca.

1 comentario:

  1. Definitivamente, solo hay dos noches (las demás sobran). Aquellas que te invitan a llorar hasta el alba, y aquellas que ya amanecidas te hacen llorar cuando piensas que podría no repetirse.

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