Mademoiselle Leonora

No todos podemos ser unos medievalistas, marxistas, hipocritas y antisociales entregados al libertinaje.

domingo, 18 de julio de 2010

La vida es un sueño.


Ella se había sentado en el patio trasero para evitar toparse con el. Sabía que el deseo la invadiría y que en cualquier momento cometería una locura.
Entro unos segundos a buscar algo; y justo ahí, se topo con el, ambos se quedaron pasmados y mirándola a los ojos el se le acerco, paso sus manos por su rostro y ella en un suspiro se estremeció.
De pronto el la halo para una de las tantas habitaciones de aquella casa de campo. La beso y ella se dejo.
En ese beso sintió todo el ardor que a el lo invadía. Ella también lo amaba, pero sabia que tarde o temprano el negaría todo lo sucedido, y todo quedaría como una ilusión de las que el decía que padecía.
Mientras el la besaba subía sus manos por las entrepiernas de ella…y una lagrima broto de sus ojos.
El sabor salado hizo que el se apartara y la vio llorar. Paso su mano y seco sus lagrimas, le beso la frente, la abrazo y le dijo al oído – no te preocupes amor, todo estará bien-.
Justo en ese momento desperté. Me había quedado dormida en una de las sillas del patio trasero.

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